L’Aragon et l’Espagne sont représentés dans le Réseau des festivals ArtdraLa. Cette année scolaire nos troupes ont participé aux festivals de Québec (Canada), Arad (Roumanie), Pècs (Hongrie), Agadir (Maroc) et Gent (Belgique).
Petit à petit ces troupes nous remettront un extrait de leur carnet de voyage. Voici celui de la Troupe Pirineos Teatro qui siège à Jaca au Lycée Pirineos. Un texte signé Javier Acín, leur professeur et metteur en scène.
PIRINEOS TEATRO EN EL FESTIVAL DE AGADIR.
De Jaca a Marruecos, pasando por Huesca.
Podría colgar aquí un recorte de prensa sobre nuestra maravillosa experiencia en Marruecos y asunto concluido. Pero creo que os merecéis un poco más de información “blogera”.
El viaje es totalmente recomendable, aunque es un poco complicado desde nuestro punto de vista europeo: se roza la inseguridad (en los transportes o la higiene, por ejemplo) y hacen falta dosis extra de paciencia para adaptarnos a su ritmo vital.
Uno se siente bien acogido cuando empiezan a surgir directores generales del festival: “Hola, bienvenidos, soy Haja Taja Paraja, director general de ja ja ja, cualquier problema que tengáis me lo comunicáis que enseguida será solucionado… Soy Haji Taji Paraji, director ji ji ji del festival…etc.” Por jefes que no quede. Son amables y educados.
El alojamiento está bien. En un hotel al lado de la playa. Se come bien y se descansa (no como en otros). Los talleres se desarrollan al aire libre y son dirigidos por responsables de los grupos participantes. Al final hacen una interesante muestra. Resulta divertido (verlos).
Donde más se alejan de nuestro carácter es en el teatro. Las obras se representan en el teatro de otro hotel próximo (se va andando) y en principio parece pequeño, pero acogedor. Los horarios sirven sólo para establecer el orden de actuación, pues jamás se cumplen. A la hora señalada no suele haber mucha gente, sólo los de Jaca, Italia, Luxemburgo y alguno de Hungría. Cuando parece que empieza el espectáculo comienzan los mantenedores a saludar y agradecer y la sala se va llenando de gente. Cuando ya por fin empieza la obra, la sala se llena también de continuos fogonazos de sol mediterráneo al abrir infinitas veces la puerta, los móviles no sólo suenan sino que también se responden, las familias y los amigos se lanzan gritos de ánimo. Hay mucha animación, demasiada a veces.
Los participantes de Marruecos compiten entre ellos a ver quién es el más rápido montando una sesión. Es la pregunta favorita de los fórums. Y la respuesta es cada vez más increíble: dos meses, un mes, quinces días, un fin de semana… Así es que algunas veces las obras resultan un poco improvisadas o les falta la última lijada.
Las actividades complementarias estuvieron bien: una excursión a una ciudad con encanto, una noche dedicada a Marruecos, inauguración y clausura con muchas autoridades incluyendo el consulado español y un divertido desfile por el centro de Agadir escoltados por amables cuerpos (de seguridad del estado). Quedaba poco tiempo para playa, piscinita, compras y ensayos, pero todo iba relajado.
No te puedes quitar de encima la sensación de estar continuamente negociando. La imagen de comerciantes con sus fajos de billetes que te persiguen cariñosamente hasta que les compras, la negociación de los precios, las tarifas aleatorias de los servicios… y la cara de tonto que se te queda al final.
Por nuestra cuenta añadimos dos días en Marrakech, fabulosos y llenos de encanto. Una maravilla. No se puede decir que todo sea bonito, pero todo es interesante. Para los chicos y para los mayores una lección de las de verdad, sin necesidad de aguantar el rollo del profe.
Ah, en Agadir alcohol, fútbol y bikinis como en España.
Total: muy recomendable con mucha paciencia. Mejor ir con poca gente y de confianza.
Javier Acín